Quiero creer que la vida nos volverá a encontrar, que el cauce de tus caminos no se detendrá y en un descuelgue tembloroso de mi soledad nos volverá a encontrar.
Quizás en ese ir y venir de personas, de risas que saben a primavera, entre ese casi holocausto de bullicio estarás, posando el baile de tus dedos en la carta de presentación de tu alma despojada entre acordes y versos, estarás y allí estaré, y no me verás hasta que me tengas enfrente, hasta que me sientas temblar a tu lado una vez más, como la primera vez en que no pude evitar que al fotografiarme junto a tu poesía mis rodillas temblaran y rozaran las tuyas, dándote tú cuenta de mi nerviosismo, de mi emoción incontrolada, y yo queriéndome morir,¿qué mejor qué morir al lado de la magia?. Te encontraré y volveré a buscar en el suelo mi corazón al que rota de vergüenza siempre lanzaba para intentar que tú no supieras lo pequeña que me sentía ante las sílabas de color marfil de tu grandeza, y creo que siempre fue en vano, porque intuyo que tú siempre notaste que tras mi timidez se escondía una admiración casi celestial por todo aquello palpado por tus manos, por la pureza del rumor sublime de tu alma y tu sensibilidad, sí, ahora que con el paso de los años empiezo a sentirme más madura sé que tú siempre lo supiste, que mi mundo se perdía en la extensión de tus acordes y en tu voz identificaba lo que me dañaba o me asustaba, allí, en ti, en tus letras siempre me encontraba.
Tal vez mi equilibrio siga rompiéndose, haciéndose añicos y siendo alérgico a esta falsedad de vida, tal vez sea incapaz de juntar las piezas, tal vez...y así no, así no quiero que me veas, quiero verme con una talla de sonrisa XXXL, quiero verte con la felicidad saliendo a borbotones por tu piel, quiero escucharte decir que tu vida está completa, que las estrellas se han alineado y han hecho el amor en los recovecos de tu ser y en la naturaleza de tus sueños para agarrar tu futuro y morderlo de ilusiones, amor y vida, vida siempre en colores, sin fantasmas ni patadas que revienten tus anhelos y tus despertares.
Y es que quiero volver a encontrarte, mirarte a los ojos, saberte feliz, completo, lleno, vivo,...Acelerar los relojes, da igual de arena o viento, acelerarlos para volverte a encontrar, y volverme a encontrar entre tu nombre, en la antesala de ese nuevo puñado de acordes a los que en mis sueños de esperas locas doy forma quince veces, como los quince años que llevo respirándote, como los quince, veinte o treinta que aún espero me queden....
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